Óleo con collage de 25x30.
La desfachatez que tenemos de pequeños, una mezcla de inocencia, diversión y desafío, vamos perdiéndola a medida que nos educan y tenemos experiencias. Experiencias que nos generan nuevos sentimientos, como la vergüenza. Es necesario para poder convivir en sociedad pero, a veces, desearía que todos pudiéramos ser más sencillos, más auténticos en nuestro comportamiento, sin que se nos tildara de locos o maleducados.
Por fortuna, aún podemos revivir esos momentos observando en otros niños, a los niños que fuimos. No sé a vosotros, pero a mí me despiertan la sonrisa.
Y por suerte, Lucía, hay artistas como tú que captan lo cotidiano y despiertan la admiración.
ResponderEliminarAdmirada me tiene usted, Sr. Ortea, ¡gracias!
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